Las mudanzas no son solo cosa de particulares, las mudanzas en empresas son aún más complicadas que una convencional al tener que trasladar más personas y disponer de menos tiempo, además de tener que prestar especial atención para que no supongan un inconveniente para los clientes.
Elección de la empresa de mudanzas
Es importante contar con una empresa de profesionales que se ocupe de todo lo necesario y que asegure que se realizará en los tiempos fijados. Mediante un análisis previo calcularán el tiempo y los medios disponibles para desmontar, trasladar y volver a montar todo el mobiliario y elementos presentes en la oficina.
Correcta organización
Se debe avisar a los clientes de que durante unos días la empresa no estará disponible y organizar tanto el traslado como los trabajos pendientes para que los días de mudanza afecten lo menos posible al trabajo habitual de la empresa.
Tiempos y plazos
Es recomendable hacer coincidir la mudanza con las fechas en las que hay una menor carga de trabajo o la mayoría de los trabajadores se encuentran de vacaciones. Definir los plazos también permitirá informar a los clientes del tiempo total en el que no se podrán ofrecer los servicios habituales al 100%.
Hacer inventario
Realizar un inventario sobre todos los objetos que han de trasladarse: equipos informáticos, sillas, mesas, material de decoración, material de oficina, documentación, etc. De esta forma es fácil controlar qué es lo que ha de trasladarse y asegurarse de que se ha realizado la mudanza correctamente.
Los equipos informáticos son muy frágiles y son una herramienta indispensable en la mayoría de los trabajos por lo que es importante prever posibles desconfiguraciones así como la posterior puesta a punto y prestar especial atención al embalado y empaquetados de los mismos.
Revisar el antiguo local y los desperfectos
En las mudanzas de empresas, el dueño o gerente debe ser la última persona que abandona la anterior ubicación y que revisa que se haya realizado la mudanza correctamente. De la misma forma antes de retomar la actividad normal de la empresa es necesario revisar que los equipos informáticos, muebles, etc. no han sufrido daños durante el traslado.