La elección de las tintas para serigrafía UV depende de diversos factores. Uno de los más importantes es el tipo de máquina con la que se vaya a trabajar. Pero también hay otros puntos que entran en el debate y que se deben de tener en cuenta antes de realizar la compra de las tinta. Así, siempre se tendrá la seguridad de estar acertando y de complacer al cien por cien a cualquier cliente.
- El tipo de material sobre el que se va a realizar la impresión. No es lo mismo realizar una impresión en tela que en papel o que sobre plástico y a veces no todas las tintas son aptas para todas las superficies. Por eso, ante la duda, siempre hay que preguntar al distribuidor que será quién pueda dar un consejo profesional.
- La calidad del resultado buscado. Como sucede en tantas cosas que se compran cada día, en las tintas para serigrafía también hay una gran variedad de calidades y de precios. Generalmente, se trata de conseguir el mejor equilibrio entre la calidad obtenida y el precio pero esto no es lo que el cliente quiere en todas las ocasiones.
A veces, un cliente busca abaratar el precio y no le importa renunciar a un poco de calidad. En este caso hay que tener cuidado, ya que las tintas de baja calidad pueden dañar las máquinas y es importante marcar el límite de hasta dónde se puede rebajar la calidad del producto a usar.
También puede suceder que un cliente perfeccionista esté dispuesto a pagar más por una tinta de máxima calidad. En ese caso, hay que estar muy seguros de que las máquinas con las que se trabajan tienen la suficiente calidad como para que se pueda apreciar la diferencia. Y es que a veces, la diferente calidad de una tinta o de otra depende tan solo de matices tan sutiles que es necesario un equipo muy bueno para que sea capaz de plasmarlos.
- El efecto deseado. No todas las tintas son iguales ni tienen los mismos efectos. Las hay con un acabado brillante, con acabado mate, pinturas satinadas o metalizadas. El efecto deseado es una de las claves para la elección de las tintas, que siempre se tienen que ajustar a lo que se quiere conseguir de ellas para que el cliente no se sienta defraudado con los resultados ofrecidos.