A veces sentimos que el mundo nos está arrebatando a nuestros hijos, se está creando un gran abismo entre ellos y nosotros, pero es una batalla que no podemos dar por perdida, todo lo contrario, como padres somos nosotros los que debemos ingeniárnosla para atraerlos y fortalecer esos lazos de amor, comprensión y unión. Hacer cosas que a ambos nos gusten como ir de tiendas, comprar comics, involucrarnos en videojuegos, son algunos de los ejemplos de actividades que se pueden emprender.
A qué niño no le gustan los comics, incluso es algo que fascina a grandes y a chicos, es solo que los adultos no lo expresamos abiertamente, o lo ponemos en otro plano por todas las prioridades y responsabilidades que tenemos encima. Pero si lo vemos como una actividad que nos una a nuestros hijos, nos daremos cuenta que no es un desperdicio de tiempo ni de dinero.
Y si lo detallamos resulta hasta educativo, pues se promueve la lectura, la imaginación, la interpretación y si queremos ser creativos, hasta la representación teatral, todo lo que podamos hacer para integrarnos al mundo de nuestros hijos es beneficioso para todos, así no estarán tan sumergidos en los aparatos tecnológicos comunicándose con conocidos y desconocidos.
Por supuesto, también podemos involucrarnos en esas actividades “modernas” de juegos virtuales, una tarde de videojuegos toda la familia, de seguro sería muy divertido, con las limitaciones de cada quien pero con el firme propósito de integrar a todos los miembros.
Como lo anunciamos al inicio, ir de tiendas es otra de esas cosas que gustan a cualquier edad, que no sea un deber porque los pequeños crecieron y hay que reponerles la vestimenta, empezar a sufrir desde que se sale de la vivienda pensando en cuánto se gastará y lo peor imponerles que usen algo porque sea lo más barato y nos parezca bien a nosotros.
Hay que procurar tiendas en donde ellos se sientan a gusto de comprar entre las múltiples opciones que ofrezcan y que al mismo tiempo no resulte costoso, claro está que sea ropa de calidad y apropiada para ellos, eso es precisamente lo que ofrecen algunas franquicias ropa infantil en las cuales tanto los pequeñines y los grandes somos complacidos.
Las ideas pueden ser tantas como la imaginación nos permita, tal como ir de excusión, no es necesario gastar mucho dinero, con llevar algo de comida de la casa y algunos balones para improvisar algún juego serán suficientes.
No perdamos esa hermosa etapa de nuestros hijos, vivámosla con ellos, aprendamos a promover y disfrutar actividades en común, que no se desarrollen como desconocidos en nuestro propio hogar, que realmente seamos una familia unida y feliz.