Dentro de los diferentes tipos de negocio existentes, los de venta por catálogo constituyen una excelente manera de conseguir ingresos, y además permiten una gran versatilidad de distribución en cuanto a productos se refiere. Si bien las posibilidades de tener éxito mediante este sistema están a nuestro alcance, es cierto que hay que tener en cuenta sus características para conocer bien el negocio y poderlo potenciar al máximo, obteniendo el nivel de beneficios deseado.
Al margen que existan diferentes tipos de venta por catálogo (a través de llamadas telefónicas, mediante correo postal o por email) lo cierto es que, en muchos casos, se lleva a cabo un modelo de venta presencial. Por esta razón, y aunque resulte algo obvio, tendremos que tener muy en cuenta nuestro aspecto personal a la hora de garantizar que ofrecemos una buena imagen de la marca y de los productos que intentamos vender. Esto implica que nunca deberemos eludir aspectos como una correcta higiene personal y una vestimenta acorde (que en ningún caso puede resultar inapropiada) cuando visitemos a un potencial cliente. También, si resulta que vendemos un producto del cual podemos ofrecer una muestra en nuestra propia persona (maquillaje, ropa, etc.). es importante que lo usemos para dar un ejemplo en vivo y ejercer una buena impresión de entrada.
Sin duda, otro aspecto esencial es conocer a la perfección el producto que estamos vendiendo. Es imposible resultar convincente o tener la capacidad de persuadir a los demás de que nuestro producto es bueno si desconocemos las características, ventajas y beneficios de lo que estamos vendiendo. Precisamente, incidir en dichos aspectos (sin exagerar, ya que esto puede resultar contraproducente) es lo que nos aportará más números para provocar un interés en nuestra audiencia. Como vendedores, es necesario que podamos resolver cualquier posible duda y demostrar un buen conocimiento de aquello que vendemos.
Evidentemente, uno de los principales aspectos que tendremos que tener en cuenta en este negocio será nuestra herramienta clave de trabajo: el catálogo. En primer lugar, tendremos que escoger el modelo que mejor se adecue a nuestros productos; por ejemplo, si trabajamos en la capital catalana, tendremos que planificar la impresión de catálogos en Barcelona y escoger entre piezas más clásicas o más innovadoras, que nos pueden servir para tanto para marcar la diferencia y llamar la atención como para ofrecer la confianza en un producto más conocido y tradicional. Decidir aspectos como las proporciones del catálogo más adecuadas, el tipo de papel y su manejabilidad nos servirán para resultar más efectivos.
Y por supuesto, también es esencial mantener los catálogos totalmente actualizados con los precios de cada producto; de este modo es más fácil evitar sorpresas a la hora de realizar los pedidos. También es muy recomendable dejar claros los términos de envío y limitarse a comprar únicamente los productos solicitados; es mejor no almacenar inventario, ya que de esta manera existe la posibilidad de exponerse a pérdidas monetarias.