El uso de sistemas automáticos o automatismo tiene muchas ventajas obvias como pueden ser menos residuos, uso más eficiente del espacio y un menor número de errores. No obstante, últimamente ha ido surgiendo mucha preocupación sobre si la automatización podría perjudicar a las economías nacionales y globales en un futuro cercano.
Acaso se están destruyendo muchos puestos de trabajo debido a la automatización. ¿Hay algo que los líderes en las industrias automatizadas puedan o deban hacer al respecto?
Por un lado, la automatización está sin duda haciendo que muchos puestos de trabajo se vuelvan obsoletos. En el año 2013, un economista de la Universidad de Oxford pronosticó que el 47% de los puestos de trabajo podría ser automatizado total o parcialmente en los próximos años. La pérdida de un número tan grande de puestos podría devastar la economía mundial, pero es muy poco lo que podemos hacer para detenerlo.
El impacto del comprador continúa impulsando los cambios en los entornos de almacén y venta al por menor, haciendo que los procesos deban ser mucho más precisos y evitar en su totalidad los errores, cosa que sólo puede lograrse automatizando los registros de almacenes y las cuentas de compras y ventas de las empresas.
Esto no significa que la transición será una tarea fácil o de un día para otro. Muchos de los trabajadores que serían desplazados tendrán que ser entrenados en nuevas funciones, las que serán difíciles de anticipar porque los procesos automáticos cubrirían casi todo el funcionamiento de las empresas.
La buena noticia es que podemos echar un vistazo a nuestro futuro automatizado examinando otras economías. Muchos países europeos ya han realizado la transición de más empleos que Alemania o EE.UU. Estos países han estado especialmente deseosos de adoptar la automatización y han conseguido reducir un porcentaje importante de mano de obra en la manufactura.
Ya hemos sobrevivido a una revolución industrial que impulsó la economía de EE.UU. y creó millones de puestos de trabajo. Tal vez éste no será tan diferente. La pregunta es si en los próximos años habrá suficientes puestos de trabajo para todas las personas.