Si queremos triunfar en el mercado con una empresa de nueva apertura o con una nueva campaña, la mejor práctica que podemos hacer es un análisis sectorial de nuestra competencia, para saber qué es lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, y qué posibilidades de mercado tenemos con respecto a las empresas competidoras.
Hacer un buen análisis sectorial no es fácil, obviamente requiere su tiempo y su esfuerzo, pero es de gran utilidad una vez que hemos comenzado con cualquier actividad empresarial, porque tendremos ganado mucho terreno en el que poder sacar el máximo rendimiento a nuestro dinero, nuestro tiempo y esfuerzo, simplemente con haber dedicado unas horas más a hacerlo bien desde el principio.
Está demostrado que el rendimiento de cualquier empresa nueva o de cualquier campaña de marketing es mucho mayor cuando se hace un buen análisis previo de la competencia, así que si tú también quieres adelantarte a ellos, empieza por hacerlo bien sin olvidar estos puntos importantes.
Análisis sectorial de la competencia; qué tener en cuenta
Es muy importante que cuando hagamos un análisis sectorial, lo hagamos adaptado al nivel en el que queremos sacar el máximo rendimiento, existiendo dos niveles principales, que podemos tratar conjuntamente, o bien por separado:
- Nivel regional. Teniendo en cuenta las empresas de la competencia que se encuentran dentro de una región concreta, ya sea una población, una zona geográfica determinada o un país, haciendo un análisis más general para conocer los pasos que han dado otras empresas que se encuentran dentro de nuestro sector, y que pueden ser mucho más variadas. De todas estas pequeñas, medianas y grandes empresas, podemos obtener muchísima información de gran relevancia, quedándonos siempre con sus aspectos negativos, y evitando cometer los fallos que han llevado a errores a otros.
- Nivel local. Tomando como referencia aquellas empresas más cercanas que son un competencia más directa en la zona en la que nos encontramos, valorando las cifras que han hecho ellos y cómo han conseguido llegar al éxito o al fracaso. Sabiendo cómo han actuado las empresas más cercanas, podremos corregir muchos errores en nuestro negocio, conociendo más a fondo el mercado dónde nos movemos y las exigencias de los clientes que tenemos a nuestro lado.
Una vez determinadas las empresas que queremos incluir en nuestro análisis sectorial, tendremos que empezar teniendo en cuenta una serie de indicadores muy importantes:
- Información económica del sector, teniendo en cuenta los datos monetarios de las grandes empresas dentro de nuestro sector, así como la influencia que también tienen las PYMES, cada vez más importantes en nuestro país.
- Número de empresas de nueva creación, empresas que han cerrado en los últimos años, empresas que se mantienen, tipos de negocios nuevos que van apareciendo y cómo van cambiando a lo largo del tiempo.
- Comparación de las unidades producidas con respecto a las unidades que se han vendido dentro del sector dónde nos movemos, para poder conocer la efectividad de venta que existe en la actualidad.
- Usuarios y empresas que consumen los productos y servicios que produce nuestra empresa, así como las empresas del mismo sector.
- Análisis del público, ya que no podemos dejar de lado a nuestros potenciales clientes a pesar de que estemos centrándonos en nuestra competencia.
- Innovaciones que aparecen en el mercado, cómo las van adquiriendo las empresas, qué efectos tienen, y qué aceptación tiene entre los compradores.
Con todos estos aspectos, podremos hacer un buen análisis sectorial que será de gran utilidad a nuestra empresa, como modelo a seguir en los próximos movimientos y decisiones.